Este documento incompleto nos exhorta en dicha naturaleza a discernir una mínima reflexión en cuanto a su conclusión y el mecanismo para llegar a la misma. A modo de crítica en cuanto a lo segundo y dada por supuesta la fe en Dios, inmerso plenamente en un complejo de inferioridad, nos encontramos con el BIEN COMÚN entendido como una buena vida en el objetivo de la familia, a medio camino, andado o por trazar según que los componentes de la misma sean dos –padre y madre- más dos; más cuatro; o más “¡¡¡¡¡+ de cuatro!!!!!”.
Dicho esto, se pone de manifiesto pues, un estancamiento en posiciones
irreales y cada vez menos frecuentes en la sociedad que vivimos, cuya
consecución y fin a largo plazo, es muy loable para lograr un mundo global
más justo y fraternal; lo cual al tiempo que no es muy difícil, se hace
hartamente manido en su formulación, pues sin duda siempre habrá que pagar un
precio que no sabemos hasta cuando dejará de ser alto. En este contexto, por
otro lado, no deja de ser fácil plantearse que no nos toque ni a mí ni a los
míos (colectivos más cercanos, correligionarios de mi partido político,
súbditos de mi país, etc.) el satisfacerlo. Cómodo posicionamiento del que
no se sabe si lo es por mantenerlo o por el escaso interés y la leve intensidad
con que es combatido por sus detractores, centrados como no puede ser de otro
modo, en el bienestar de su estado y el de sus cosas y seres más amados,
cercanos y queridos.
Nota (1): https://www.conferenciaepiscopal.es/wp-content/uploads/2023/01/El-Dios-fiel-mantiene-su-aliaza.pdf ; instrumento de trabajo de la Conferencia Episcopal Española.
Dado en sede virtual el 21 de febrero de 2.023, Martes de Carnaval.