miércoles, 24 de febrero de 2021

LOS RESCOLDOS DEL PODER

Cuando todos conocemos lo que es una red social y su importancia, todavía podemos decir que se infravalora y subestima su grado de alcance y de influencia en la sociedad actual. Modos de interconectividad e interacción técnica y a distancia que va desde un grupo de amigos en un entorno localizado hasta publicaciones de carácter mundial y que pasan por los centros de trabajo, móviles, ordenadores, países y sistemas de gobierno. Se perfila la creación de una conciencia universal que sintetiza, aglutina y esboza, religiones, modos de pensamiento, culturas y civilizaciones. El poder de esta nueva entelequia es tal que va más allá de ser el mejor si no el único control de las clases dominantes que intentan regularla y establecer unos límites y normas de uso.
Las autoridades políticas se han visto desgajadas de su sustento moral y nadie sabe dónde irá a parar este camino paralelo al de otras muchas realidades que coexisten en la más absoluta pobreza económica, que se revelan como alternativas loables en defensa de la subsistencia humana y las tradiciones que por contra tienen que soportar la preeminencia de las cada vez más anquilosadas tecnocracias que dirigen y se imponen en un determinado territorio. Las fronteras y los mapas ha dejado de ser físicos y políticos y de medirse en un plano horizontal de bloques comunistas y capitalistas. Ahora las perspectivas son verticales y no tiene mucho sentido hablar de sedes materiales o tangibles para referirnos a núcleos directivos distintos de los de las empresas abastecedoras de las principales necesidades del sustento humano. Así pues dos mundos diferentes vuelven a enfrentarse: El de la tecnología y el de la supervivencia; el uno mediático y superior, el otro básico y sumiso. Menear el bracero cuando hace frío, sólo queda al alcance de unos pocos, que también son muchos. En sede virtual a veinticuatro de febrero de dos mil veintiuno